Armenia, Quindío.

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¿QUÉ PASA CON LA CIUDADANÍA?

Vocero de Red de Ciudadanos por Calarcá dice que no hay compromiso gubernamental para proyectos de la ciudadanía.

La Red de Ciudadanos por Calarcá (RCC) es un colectivo de personas interesadas en el megaproyecto vial. Profesionales de distintas ramas siguen con atención los pasos de las licitaciones y, apoyados en sólidos criterios, proponen estrategias de aprovechamiento.

Un vocero de la misma, Hugo Aparicio se desenvuelve con igual eficacia en las faenas literarias y en el escrutinio de las acciones públicas. Mientras el televisor amplifica la voz del presidente de la República, humedece trozos de Croissants en kumis. Sin prisa explica los pormenores del acontecimiento.

Estudioso del tema del túnel de la Línea, no cede a la euforia circundante. Los trabajos, atrasados en todas sus fases, dejan serios interrogantes sin resolver. Junto a la RCC expuso al ministro de Transporte Andrés Uriel Gallego las dudas que existen en torno al tema de la troncal Calarcá- Cajamarca.

La más apremiante, hasta el momento, es la interventoría ecológica que hará la firma constructora que gane la licitación. La Fundación ecológica Cosmos, adscrita a la RCC, afirma que la quebrada “La Gata” (también conocida como “El Salado”) está en proceso de deterioro por la contaminación producida en las obras del túnel piloto, portal Galicia.

“Esta situación, que sería considerada un desastre en cualquier otra parte, aquí no ha merecido mayor atención por parte de las autoridades ambientales o político – administrativas. La Corporación Autónoma Regional del Quindío (CRQ) sancionó al consorcio CONLINEA con una multa de 53 millones de pesos hace un año, pero la quebrada sigue igual de contaminada y fuera de servicio. Calarcá ha perdido, por contaminación, una de sus fuentes de agua desde que se iniciaron las obras del túnel, algo que no debió suceder.”, dice Néstor Ocampo Giraldo, ambientalista.

Además, la perforación está atrasada. El proyecto, que nació en la administración Pastrana, sufre continuas dilaciones por diferentes motivos.

“En el mejor de los casos, el primer túnel que funcionará, lo hará en cuatro años. La gente piensa que con el acto de inauguración, en donde el presidente Uribe recorrió la perforación, el tiempo de recorrido se abreviará. Eso no es cierto. Ese túnel es piloto, jamás entrará en funcionamiento, pues lo que busca es facilitar la perforación del siguiente y, eventualmente, su ampliación para convertirlo en la calzada Quindío- Tolima.”, dice Hugo Aparicio.

El editor de Poetintos, publicación que ha merecido comentarios elogiosos por calidad conceptual y literaria. En las pasadas elecciones municipales, decidió suspender la circulación, para no comprometer a Poetintos con nadie. Escéptico, mira con tristeza la carencia de propuestas conjuntas ante el gobierno nacional.

“No se observa un compromiso real ni del departamento ni del municipio frente a las propuestas de la ciudadanía. Es doloroso decir que hasta ahora no tenemos un proyecto concertado para aprovechar la realización de la obra. La administración de Calarcá se dedicó de lleno a consolidar la red de municipios cordilleranos, dizque para obtener la interventoria del macroproyecto.

Nosotros vemos esa presunción impracticable. La interventoria, según los prepliegos de la obra, la hace el INVIAS. Insisto: el municipio de Calarcá y la región carecen de una propuesta sólida, coherente, frente a la realización de ese macroproyecto vial. La infraestructura de Cajamarca y Calarcá es débil, sobretodo para soportar el aumento de flujo vehicular.
En el caso del municipio quindiano, se va requerir doble calzada en las dos variantes. Además, obras de mitigación del fraccionamiento urbano que se va a dar. En el vértice de ese sistema vial, en la parte oriental de Calarcá, se necesita un complejo de distrib